Chachani

Cualquiera que ha estado en la montaña sabe, que a pesar de que se nombre a un 6000 el más fácil del mundo, no quiere decir que sea fácil, pues hay varios factores que se deben tener en cuenta a la hora de subir un monte... a las pruebas me remito.

Salimos a las 8 de la mañana, dos horas y media de coche y caminamos un par de horas hasta el campamento... alguno dirá, si llegáis tan temprano, ¿por qué no tiráis ya para arriba? pues porque hay que aclimatar y a esa altura (5000 m) hasta el dormir se hace difícil. A las 14:00 nos metemos a la cama y entre salir a miccionar, vuelta para aquí, que me destapo, que la tienda es pequeña y vuelta para allá, a las 00:30 nos levantamos sin haber dormido un solo minuto ...

Tenemos la "suerte" de que durante todo el día a estado nevando y en nuestra salida matutina vemos que está todo el monte nevado, bonito, pero para verlo... porque cuando ves que el té en temperatura de ebullición  que has tomado para desayunar se te empieza a congelar en el estomago debido a las bajas temperaturas, no piensas igual.

Salimos a eso de la una de la madrugada, que digo yo, pero ¿para qué? el guía manda, esta vez hemos contratado uno... ¡y menos mal!. La verdad que el tío muy majo, una pena que "sólo" trajera un paquete de espaguetis para 3...pero esta gente, ¿en que piensa? ¡ja!

Al principio, lo típico cuando andas en altura, que si no me llega el aire, ¡coño, que frío hace!, ¿queda mucho? y después cuando ves que llevas andando 2 horas, que la ventisca es cada vez mayor, que la temperatura esta por debajo de los -15° C, y que piensas que se te están congelando los dedos de las manos y de los pies... más tópicos: ¿Que co...... se me habrá perdido a mi aquí?, pero... ¿esto no acaba o qué?, para mí que el guía no sabe ni donde estamos, pero, ¿cómo puede pesar tanto la mochila? si solo llevo los crampones y el agua, si ya sabía yo que me tenía que haber traído las otras botas... Ya sabéis a lo que me refiero...

Tras cuatro horas de caminata, entre las que tenemos que salirnos de la ruta normal porque está demasiado cargada de nieve, nuestro guía nos lleva por un enrocado... hace tanto frío que yo le propuse parar a resguardo del viento hasta que amaneciera, y es que empezábamos a no sentir los dedos... Nada, seguimos, que si no nos quedamos fríos, me dice, ¿enserio?¿más?. En un arrebato empiezo a tirar para arriba un poco más rápido, ¡a ver si entro en calor!, por suerte, llego a lo que parece una arista, pensábamos que estábamos más abajo, por fin una buena noticia. En un pequeño refugio improvisado espero al guía y a Saul. Cuando llegan, algo no va bien, y es que Saul, no habla con mucha coherencia. No queda mucho, le pregunto que que tal está, que si eso para abajo y fuera, el guía dice que no queda nada, que ya casi estamos, 20 min de llanear y 15 min de subida, Saul, dice que seguimos, eso sí, antes termargil y traguito de agua. ¡No falta nada! Saul está bastante roto, pero ¡llegamos! 3 o 4 fotos que comparto con vosotros, las vistas espectaculares y después de la euforia... preocupación, Saul me dice por señas que no puede hablar, y lo que habla balbucea. Bajamos rápido, la ruta normal está congelada, así que descendemos unos metros por donde hemos subido... Bajamos poco a poco, pregunto a mi compañero: ¿quién soy?,  me conoce, pero luego me dice que no puede hablar ni castellano ni en ¡inglés!... ¡no lo ha hablado en el viaje y se quiere poner a hacerlo ahora!. Seguimos bajando, y afortunadamente empieza a recuperar el habla. De corbata, pero todo queda en un susto. Llegamos al campamento, té y siesta de una hora, otra horita andando, y al coche, esta vez sin problemas.

Llegamos a Arequipa, nunca una ducha de agua caliente había sentado tan bien.

Preparamos la salida de esta ciudad en la que hemos estado diez días y que nos a dado y nos ha quitado tanto. Vamos a Máncora, playita, calor y surf... ¡que ya vale de pasar frío!